El desarrollo industrial, tecnológico y biomédico ha permitido que los seres humanos tengamos, no solo una mayor expectativa, sino también una mejor calidad de vida con el paso del tiempo.
Sin embargo, el funcionamiento de muchas de las industrias, así como el incremento poblacional y la falta de educación ambiental de las personas, son factores que han hecho crecer la contaminación del ambiente, convirtiéndola en una problemática ecológica global, debido a las serias consecuencias que tiene en la salud de las personas.
Probablemente la más alarmante de ellas es la disminución en la esperanza de vida. De acuerdo con un estudio publicado por Cardiovascular Research, órgano informativo de la European Society of Cardiology, la contaminación del aire, generada por los combustibles fósiles, está haciendo que la humanidad en general pierda en promedio casi tres años de esperanza de vida.
Cada año, las malas condiciones ambientales contribuyen en las alrededor de 8.8 millones de fallecimientos prematuros que ocurren en todo el mundo, superando a otras causas de muerte relevantes; a nivel mundial, se pierden en promedio 2.9 años de esperanza de vida debido a la contaminación del aire frente a la disminución estimada por el consumo de tabaco, con 2.2 años, el VIH con 0.7 años, o la violencia, con 0.3 años.
Los especialistas determinaron que, si la contaminación evitable del aire se eliminara por completo, cada año podrían evitarse al menos 5.5 millones de las muertes prematuras; más de la mitad del total de la incidencia.
También revelaron que más de un año de la expectativa de vida podría recuperarse si las emisiones de combustibles fósiles se reducen a cero, mientras que, si se reduce toda la contaminación controlable del aire controlable, la esperanza de vida mundial podría aumentar más de 20 meses.
Pero, ¿qué es contaminación evitable y qué no? En este caso, la contaminación no evitable se considera como una fuente contaminante natural, por ejemplo, la proveniente de partículas desprendidas durante incendios forestales, o el polvo generado por el viento. Por el contrario, la contaminación evitable es la que resulta de procesos y actividades humanas, como el desprendimiento de partículas PM 2.5 que resultan del uso de combustibles fósiles.
Así como la contaminación ambiental desencadena efectos negativos que, literalmente, nos están costando la vida, disminuir las emisiones contaminantes hacia el ambiente es el inicio de una serie de consecuencias que nos permitirán mejorar y mantener una alta expectativa y buena calidad de vida.
La conciencia de esto nos permitirá tomar mejores decisiones cotidianas, que parten de pequeñas acciones como el uso de transporte colectivo, separar la basura y utilizar materiales biodegradables y que puedan ser reutilizados.
Si quieres saber más sobre ayudar el medio ambiente te invitamos a consumir desechables biodegradables.